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R-716
ID:
Conservación comunitaria de la guacamaya verde y su hábitat en la región del Bajo Balsas, Michoacán
María Andrea Ponce Rangel
Durante 8 años la organización Guacamayas Calentanas AC conformada por pobladores de una localidad altamente marginada ha trabajado en la región del bajo Balsas, Michoacán en donde la selva baja caducifolia es el tipo de vegetación más abundante, inicialmente en pro de la protección y conservación de la Guacamaya verde (Ara militaris), especie catalogada en Peligro de extinción por las leyes mexicanas y señalada como vulnerable por la IUCN. La especie presenta una población de 100 individuos adultos en la localidad mencionada, siendo la población más grande a nivel estatal, tomando en cuenta que la IUCN señala una población total de entre 2,000 y 5,000 mil individuos en todo su rango de distribución a nivel continental. Con el paso de los años y con la colaboración de en conjunto con el Laboratorio de Investigación en Restauración ecológica de la Universidad Michoacana se fueron diversificando las actividades con el fin de hacer un manejo integral del territorio: reforestación de zonas degradadas con plantas de un vivero comunitario propio de árboles nativos y/o amenazados, el retorno al cultivo tradicional de maíz y frijol sin uso de fertilizantes ni agroquímicos, impartición de talleres de educación ambiental durante dos años a niños de educación primaria en seis localidades de la región. Se ha capacitado a 75 jóvenes del programa gubernamental “Jóvenes construyendo el futuro” como promotores ambientales.
En el año 2019 el Laboratorio de investigación en Restauración ecológica de la Universidad Michoacana que ha trabajado de manera cercana con Guacamayas Calentanas AC impartió en la zona un curos-taller de mapeo participativo denominado “Restauración ecológica con un enfoque de microcuencas”, en donde 42 asistentes de dos ejidos de la parte alta de la microcuenca Poturo identificaron las zonas prioritarias para la conservación de servicios hidrológicos y de la biodiversidad, e identificaron el malpaís (un pedregal volcánico que comparten en sus territorios) como zona prioritaria de restauración ya que es un sitio con alta importancia para la recarga del acuífero local, el cual proporciona agua para seis localidades de la microcuenca y debido a esa importancia habitantes de dichas localidades se dieron a la tarea de proteger el sitio del ganado.
Después de 9 años de un arduo de trabajo, la asociación civil ha tenido un impacto a nivel regional en la conservación, aprovechamiento y formación de una cultura ambiental entre una gran cantidad de habitantes de la región del bajo balsas.
Palabras clave:
trópico seco, organización comunitaria, enfoque transdisciplinario