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R-68
ID:
La fauna edáfica y sus interacciones: importancia para los sistemas áridos y semiáridos
Gabriela Castaño Meneses
La importancia de los suelos es esencial para el mantenimiento de la vida en el planeta, por lo que el estudio de la fauna edáfica es de relevancia, tanto para conocer su importancia en procesos esenciales para mantener la calidad, salud y los servicios ecosistémicos que presta el suelo, como por la preocupante degradación que enfrentan estos ambientes y sus consecuencias. Dentro de la gran diversidad de grupos que constituyen la fauna del suelo, los artrópodos han sido reconocidos como uno de los grupos más importantes, no solo por su abundancia, si no por el papel que tienen en los procesos de descomposición, ciclo de nutrientes y productividad primaria, así como con las múltiples interacciones que establecen con otros grupos de la fauna edáfica.
Si bien las condiciones extremas de temperatura y humedad en suelos áridos y semiáridos limitan frecuentemente la abundancia y presencia de los organismos, ello no implica que se trate de sistemas simples y poco diversos, por el contrario, se tienen evidencias que la limitación de recursos puede ser una fuerza muy importante que propicie fuertes interacciones entre las especies, y sus efectos tanto directos como indirectos, pueden incrementar la complejidad en las redes tróficas en zonas áridas y semáridas. El resultado de tales interacciones repercute de manera significativa en las comunidades del suelo y las características del mismo.
Los microartrópodos como ácaros, colémbolos, dipluros y proturos, entre otros, participan en diferentes etapas de los procesos biogeoquímicos, como el ciclo del carbono, a través de la fragmentación de la materia orgánica; el ciclo del agua modificando su retención y almacenamiento entre las partículas del suelo; y la fijación de nitrógeno por su interacción con bacterias nitrificantes y desnitrificantes. Estudios realizados para evaluar las comunidades de microartrópodos del suelo en zonas áridas y semiáridas de Puebla, Hidalgo y Estado de México, han mostrado que tales comunidades son complejas y diversas, y que mantienen distintas interacciones, no sólo tróficas, entre ellos y otros grupos de artrópodos como las hormigas. Con estas últimas, se ha encontrado que su actividad modifica las propiedades físicas y químicas de los suelos, llegando incluso a aumentar la fertilidad del suelo circundante, además de que los nidos de hormigas constituyen un hábitat muy adecuado para distintos grupos de artrópodos e incluso vertebrados, albergando una gran diversidad y favoreciendo también el establecimiento de diversas interacciones, que son esenciales para mantener el buen funcionamiento en estos ecosistemas.
Palabras clave:
Colémbolos, ácaros, hormigas, nidos, suelo