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R-989

ID:

Cuidado parental y estabilidad térmica durante la anidación en Ara militaris en bahía de banderas, Jalisco, México.

selene asiul barba bedolla


Los beneficios evolutivos de las conductas de cuidado parental resultan en una mayor sobrevivencia de la progenie, y con ello un incremento en la adecuación de los padres. En aves, se ha propuesto que optimizar la temperatura del nido y la estabilidad térmica de la progenie durante la incubación y el empollamiento, son rasgos favorecidos por selección natural porque sus beneficios (e.g. éxito de eclosión, desempeño fisiológico de la progenie) superan los costos asociados al cuidado parental. En algunas especies se ha demostrado que la ausencia de una óptima estabilidad térmica y el incremento de las fluctuaciones térmicas dentro del nido, resultan en múltiples efectos negativos para las crías a nivel de rasgos como condición del sistema inmune, desempeño locomotor, crecimiento, supervivencia y éxito reproductivo. En ese contexto, nosotros estudiamos los patrones de cuidado parental desde la ovoposición hasta el empollamiento en una población de A. militaris. Específicamente evaluamos los patrones de estabilidad térmica de los nidos y la relaciòn existente con la inversión en cuidado parental de los padres, y con su adecuación (i.e. éxito de eclosión y sobrevivencia de las progenies). Monitoreamos 15 nidos artificiales en una población de vida libre de Ara militaris ubicado en cabo corrientes, dentro de la reserva “Santuario de las guacamayas”. En cada nido colocamos un datalogger para el registro continuo de temperatura y humedad y una cámara trampa para registrar las conductas de cuidado de los padres. El análisis del diferencial térmico de anidación de Ara militaris mostró que el cuidado parental incrementa la estabilidad térmica de los nidos, también encontramos diferencias significativas en el diferencial térmico entre los diferentes estadios de desarrollo de la progenie, siendo en promedio 5°C mayor durante la crianza que en la incubación, y superior a la de los nidos vacíos y del ambiente. Observamos un marcado incremento (aproximado de 3°C) en la temperatura promedio de los nidos entre los días 33 y 37 de crianza, lo cual podría estar asociado al desarrollo de la capacidad termorregulatoria de la progenie y su independencia térmica de los padres. Las parejas difieren en su capacidad de mantener la estabilidad térmica del nido y aquellas que mantienen nidos con diferenciales térmicos estables, parecen alcanzar un mayor éxito en la producción de volantones y menor depredación. 

Palabras clave:

Ecología térmica, cuidado parental, Ara militaris, termorregulacion.

Autor(a) principal:

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